El 20 de Mayo de 2009 le envié a Pipo el escrito que, literalmente, transcribo.
Cegado por el éxito del momento no lo leyó o le importó un pito lo que yo le decía, aunque, posiblemente, sus asesores no le hubieran permitido haber hecho nada al respecto.
Hoy yo sigo en lo mío y Pipo…
Valsequillo 20 de Mayo de 2009
Querido Pipo:
El motivo de esta carta son las últimas actuaciones municipales en relación al despido de trabajadores.
Esta acción, que se quiere justificar en la grave crisis económica y en actos de responsabilidad, es la gota que colma el vaso que se ha ido llenando con toda una serie de sucesos que, entiendo, son totalmente contrarios al discurso anterior a la llegada al gobierno municipal y a la primera declaración de intenciones: ¡!NO HABRÁ REPRESALIAS!!
Para motivar las actuaciones y hacerlas más creíbles se llevan a cabo varios actos previos y posteriores.
Previamente se congelan los sueldos y, con posterioridad, se prescinde de José Mª Gómez, (tras cerca de dos años prestando servicio como persona de tu total confianza).
Si aceptara que prescindir de él es un acto de responsabilidad, tendrás que aceptar tú que haberlo contratado, cuando ya habían dos abogadas más, es una clara irresponsabilidad tuya que puede tener su origen en los acuerdos previos de gobierno.
Todo ello aparte de haber aceptado, sin rechistar, la actitud déspota de este abogado que, más de una vez, hizo llorar a sus compañeras.
En todo caso, lo de la responsabilidad, es la mentira oficial pués problemas de incompatibilidad, denunciados por Intersindical Canaria, obligaban a esta salida.
A la vez de estos despidos, y consecuencia de ellos, tienen lugar varios acontecimientos que son “vox populis”
Un trabajador municipal graba a Francisco Melián y se lo da a escuchar a un asesor municipal que, junto al anterior ríe.
Lógico es considerar lo anterior como humillante para el despedido y una “jediondez” realizada por el resto.
El otro acontecimiento tiene lugar a través de Elietzer Llobregat quien, alardeando, dice que el despido de Javier tiene su origen en sus denuncias, que él lo echó.
A la vez despotrica contra otro empleado municipal, con una conducta intachable, menospreciándolo por informes contrarios a los intereses del Sr. Llobregat.
Posteriormente otras instancias confirmaron el recto proceder del empleado municipal.
No sé si los lazos familiares de este señor con miembros activos de Asava y el que abone la última página, al completo, de publicidad de “El Naciente” justifica tu silencio y el de tu grupo.
De ser así habría que entenderlo como una clara compra de voluntades.
Tu actuación, y la de tu grupo de gobierno, ha sido un acto irresponsable a sabiendas.
Espero que asuman el quebranto patrimonial que generen estos actos de despido que serán considerados en unos casos improcedentes y en otros nulos.
A la vez, espero, asuman la responsabilidad política de los mismos y en ese momento empezaré a valorar que eres consecuente con tu forma de pensar.
Toda otra serie de situaciones como un ambiente de trabajo desagradable, que un concejal modifique, con tipex, actas de pleno, (el mismo que exigía pulcritud a los anteriores gobernantes), me dan a entender que estamos ayudando a crecer a un monstruo que por el poder es capaz de cualquier cosa.
Por desgracia un monstruo peor que el grupo de gobierno anterior al que tardó bastante más en llegarle la incoherencia entre el discurso y la realidad.
Todo lo anterior me obliga a posicionarme y por ello te comunico que, desde este momento, pongo todo mi esfuerzo junto a quienes tengan como objetivo el desalojo de Asava del gobierno municipal.
Entiendo de la dificultad que conlleva pues están en la cresta de la ola.
No me importa. Estoy acostumbrado a nadar contracorriente y casi siempre me quedo fuera del carro de los vencedores.
Para animarme tengo claro aquello de que el agua blanda moldea a la piedra más dura. Hay que tener paciencia.
No me gusta que se rían de mí, me mientan, me quieran manejar ni que me tomen por tonto.
Por ello, mientras no me demuestren que me equivoco, consideraré que el Pipo que, en Tenteniguada, (en casa de Fernando Toscano), me abrazaba y decía ¡¡Acuérdate siempre que sigo siendo Pipo!!, se ha transformado en un Pinocho.
Atentamente
Antonio L. Toscano Santana
PINCHA EN EL ENLACE SI QUIERES VER LA CARTA MANUSCRITA
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