Me levanté a las cuatro de la mañana y estaban encendidas todas las luces exteriores de la ESCUELA DE CORREA.
A las ocho y media de la mañana, cuando me iba para el colegio, continuaban encendidas.
Después de almorzar miré hacia enfrente y continuaban igual, es decir, encendidas.
Y esta noche siguen,…, encendidas.
Y ya no gobierna Asava sino Asba, pero se sigue reproduciendo esta dejadez.
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