El dilema de Juan Carlos
De un tiempo a esta parte se nota una enorme bajada en la participación
ciudadana en los blogs y en las visitas a páginas de actualidad política.
Es una tendencia preocupante y que denota el hastío a que se está llegando
por parte de los ciudadanos y el rechazo que generan los comentarios de
dirigentes políticos en los medios para explicarnos muchas veces lo que
no tiene explicación ni justificación. Repito que esto es una tendencia generalizada
donde los propios políticos tienen gran parte de culpa y, donde algunos
iluminados, contra viento y marea, pretenden vendernos lo que fueron incapaces
de hacer cuando gobernaban.
Entrando en materia, la vergonzosa actitud que muestran los dirigentes de ASAVA
en sus repetitivas y absurdas notas de prensa obligan permanentemente al
partido que gobierna con mayoría absoluta en Valsequillo a "distraerse" a veces
de su trabajo diario para bajar al barro a ensuciarse en los lodos que esparcen
los dirigentes de esta "izquierda asamblearia y solidaria" que forman este grupo
político en plena decadencia. Sus credenciales son el escasísimo trabajo en la calle,
mínima presencia y participación con la gente de los barrios y, como siempre, un
intento inútil de hacer mucho ruido en los medios porque, desde casa, al calorcito de la
chimenea o la estufa, se está mejor que participando en la calle, ayudando
a la gente o, sencillamente, empleando esa energía que gastan inútilmente en
publicar artículos sesgados desde la primera línea , en realizar labores en aquellas
áreas que creen deficitarias para ganarse el respeto, la confianza, el cariño y, cuando
llegue el momento, el voto de sus vecinos y de la mayoría de votantes de este
pueblo. Sin embargo, Juan Carlos y los suyos siempre han ido, y siguen yendo,
por otros derroteros : convencer con la verdad trucada, o sea, con la mentira envenenada
y envuelta en palabras rebuscadas por el que escribe sus epístolas. O la estrategia
de la foto solidaria (ojo, digo la foto) que tiene de solidaridad bastante menos lo que
tiene de conveniencia. La compaña de recogida de alimentos celebrada no hace
mucho parece que se hace exclusivamente para hacerse la foto de la entrega de alimentos,
dado el bombo y platillo con que se difunde la noticia por el gabinete de prensa,
léase Juan Ojeda.
El aspirante a la alcaldía, el Sr. Hernández Atta, lejos de replantearse el funcionamiento
de un grupo político en un pueblo como el nuestro y con aspiraciones a gobernar, se
empecina en la política de la confusión y la tergiversación de la realidad; lejos de estar
cerca de los vecinos, informarles directamente y trabajar dia a día con ellos para
conocer sus necesidades y problemas de primera mano, se dedica a publicar
artículos que solo lee una pequeña parte de nuestros vecinos pero, que al fin y al cabo,
da la sensación de que hace algo, aunque sea al ladito de la chimenea o la estufa,
como ya dije
Por desgracia para él, no se percata de lo lejos que está de la gente y que, pasado el
espejismo de renovación que parecía se iba a producir en ASAVA, ha pasado a formar
parte del triste cartel que, hoy por hoy, ofrece este grupo de amigos como alternativa de
gobierno en nuestro municipio.
Hace cosa de un año corrió el rumor, o él se encargó de difundirlo, de que se iba a
tomar un año de descanso de la política, un año sabático, decía él. Mucha gente sabíamos que
era un deseo más que una posibilidad; si ya estaba cansado teniendo en cuenta
la ley del mínimo esfuerzo que él practica, qué futuro político le podría esperar!
Se trataba, sin duda, de un disimulado intento de retirada a la chita callando, ya que
él sabe que con el potencial político que tiene detrás no llegará ni a la vuelta de la
esquina. Está claro que los aduladores de turno no se lo permitieron ya que son
conscientes que, sin él, el proyecto ASAVA estaría muerto de por vida.
Resignado al fatal destino, es consciente de lo que le espera y él mismo sabe que
no soportará cuatro añitos más en la oposición. Además, recibiendo permanentemente
consignas de su entorno, del núcleo duro, seguramente no es plato que quiera degustar
por más tiempo. También es consciente del coste que en lo personal supone el ejercicio de
la política, cuando se gobierna y cuando no; de lo que se pierde en lo privado y en lo
familiar en ese ejercicio, antaño tan respetado y hoy tan denostado.
Si me lo permite Juan Carlos, que seguro que no lo hará, le aconsejo que se deje llevar
por lo que le pide el cuerpo, que no deje que otros decidan por él y que en vez de un
año sababático se tome muchos años sabáticos y no gaste su vida luchando por
las directrices que marquen otros. Otros lo hemos hecho y no nos ha ido nada mal.
Decir "hasta aquí he llegado", a veces cuesta, pero demuestra independencia y carácter.
Pero bueno, eso depende de las prioridades de cada uno, ¿no Sr. Atta?
Quizá pueda ser un buen sucesor de su primo, pero por ahora, seguro que no.
Ni de lejos.