Quisiera creer al presidente de ASAVA
Sinceramente, me gustaría creer al que se vislumbra
como el nuevo líder de ASAVA. Su discurso conciliador
y su intención de alejarse de la crispación son factores
a tener en cuenta cara al futuro.Está claro que a nadie
le interesa seguir fomentando una situación poco agradable
para las diferentes partes implicadas, y para Valsequillo
en general. Los momentos que vivimos son difíciles para
todos, pero especialmente para los más desfavorecidos
y más castigados por el drama del paro. Deberíamos aunar
esfuerzos y todos arrimar el hombro un poquito más.
No tengo dudas de las buenas intenciones de Juan Carlos
Atta de cara a normalizar unas relaciones muy deterioradas
desde hace muchos años.Pero, ojalá dependiera de él y de
su primo Paco.
Ahora, los protagonistas son ellos y la situación es distinta,
por lo que nos encontramos ante un panorama más
esperanzador, a pesar de los recelos que uno siempre
tiene debido a la forma de hacer las cosas que habitualmente
ha demostrado ASAVA: el discurso va por un lado y las actitudes y los hechos por otro.
Cada vez que escucho que los Atta podrían ponerse de acuerdo algún día y normalizar unas relaciones que van más allá de la política,siento una sensación de alivio y de alegría que, por desgracia, se transforma en amargura cuando leo como, desde otro sector de ASAVA,menos conciliador y más radical, continúan asomando brotes de rencor y revanchismo deforma innecesaria y que no contribuyen en nada a mejorar las relaciones entre esta gran familia que somos todos los valsequilleros.
De momento, debemos darle un voto de confianza y ver si es
capaz de conseguir que discurso y hechos, de una vez por todas, vayan de la mano.
Me niego a perder la esperanza de que otro Valsequillo es
posible porque yo también quiero un Valsequillo mejor.
Uno de p´abajo.
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