Perdomo, el reporter Tribulete.
De vez en cuanto hay un curioso intercambio de papeles entre Juan Ojeda y J.A. Perdomo, actores protagonistas de este sainete llamado ASAVA. Ahora resulta que la lumbrera de Perdomo es quién coge la cámara del "padre espiritual" para presionar a los trabajadores e intentar chantajear políticamente al grupo de gobierno. Nada nuevo bajo el sol.
La paranoia de este individuo le lleva a ver gigantes en vez de molinos...
No es de recibo este tipo de comportamiento por parte de un representante público y algo habrá que hacer por parte de los afectados, que son en este caso los trabajadores.El comité de empresa seguro que también tendrá algo que decir: el acoso psicológico o mobbing laboral está tipicado en nuestro código penal.
La gravedad del hecho acaecido y la intencionalidad del mismo no se le esconde a nadie y, por ello, habrá que plantearse las posibles infracciones penales en que pudiera haber incurrido un individuo que, por momentos, parece perder la capacidad de raciocinio propia de los seres humanos.
Me gustaría saber qué opina su cuñadísimo el presidente de ASAVA, ese que pregona las buenas formas y luego apoya este tipo de comportamientos (el que calla, otorga, ya saben). Al parecer tenemos una versión actualizada de Pipo 1º El breve, digamos un Pipo 2, listo para figurar aquí y allá, pero sin autoridad alguna.
El silencio sepulcral que, por parte del presidente de ASAVA, sigue a cada meada fuera del tiesto de alguno de sus más allegados (por decirlo de alguna manera), es muy significativo, llama mucho la atención.
Antes, cuando gobernaba Perdomo y Juan Ojeda, no sólo perseguían a los trabajadores, sino que les despedían y se quedaban tan frescos. Hoy, desgraciadamente para ellos, solo les queda presionarles y acosarles y, como ven, lo continúan haciendo con el incomprensible pretexto de defender a otros trabajadores que no quieren que les defienda nadie. De locos.
En este episodio nos recuerda Perdomo a un personaje de la revista (hace ya tiempo desaparecida) Pulgarcito. Nos referimos al famoso Reporter Tribulete que en todas partes se mete.
Se ha convertido Perdomo en una caricatura de cómic o de chiste, como quieran llamarle. Pero de chiste malo, muy malo.
Seguiremos con atención los acontecimientos. Esto no puede ni debe quedar así.
Uno de p´abajo.
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