Queridos lectores de este bloc, hacía tiempo que no escribía, pero es una forma de desahogarme y liberar el nudo de mi estómago, estoy cada día más avergonzada de haber apoyado a esta panda de mentirosos del ayuntamiento. Me molesta que nos tomen el pelo, con sus continuas mentiras, no han cumplido nada de lo prometido sino todo lo contrario. Me molesta como en nuestras narices adjudican concursos y obras a dedo y a gente de fuera, me molesta como lo hacen con tanto descaro como si el pueblo fuéramos idiotas. Pero realmente lo más que me molesta y más bien me indigna es la prepotencia y el despotismo con el que nos miran, encima que los mantenemos, y que nos chupan la sangre hasta la última gota, no son ni siquiera mínimamente educados, empezando por el maleducado del alcalde, y terminando por la salvajada de Enélida, que agacha la cabeza para evitar saludar y se esconde en su cueva para no ver a la gente.
Pero que se han creído, de donde vienen, donde han nacido, si no es en el mismo pueblo que todos nosotros. Como se atreven a mirarnos por debajo del hombro, a creerse mejores que los demás, a tratarnos como a tontos.
Que se han creído, parece que saludan forzados, van a los sitios por obligación, tratan con altanería, como con burla a la gente, atienden a la gente con citas después de esperar horas, nos mienten continuamente como si no nos diéramos cuenta, se pasean estirados de un lado al otro enchufados a los móviles y presumiendo de sus grandes sueldazos, y que pagamos todos y cada uno de los valsequilleros y enciman ni nos saludan ni nos tratan con respeto.
Alegorías y alegrías del paisaje isleño
Hace 2 años
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