Hasta hace bien poco Pipo era mi Alcalde y estaba muy orgullosos de ello, entre otras cosas porque me gustaba su talante y su forma de hacer política.
Sin embargo la actitud que está teniendo en estos momentos, me estan haciendo descubrir a un Pipo que no conocía; un Pipo que no quiere dejar la poltrona, un Pipo obsesionado con el poder, un Pipo que no se quiere incorporar a su trabajo, un Pipo rencoroso, un Pipo mentiroso, un Pipo qque no acepta que el Pueblo no lo respaldó, un Pipo cegado por su asesor y acólitos,un Pipo que me recuerda a sus berrinches de pequeño y que siguen, claro está, formando parte de su quehacer diario.
PIPO VETE YA.
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