Esta amalgama de sectarios que forman ASAVA sólo pueden desarrollar sus ideales políticos de extrema izquierda en una república bananera o similar, ya que se caracterizan por una ausencia de justicia y de libertades, que por un lado les impidiesen responder de sus desmadres y por otro poder tener a su disposición a los medios de comunicación con los que manipular sin descanso y secuestrar la posibilidad de discrepar. Aquí al menos queda justicia y les han parado los pies. No satisfechos con el varapalo judicial, en el que la fiscalía claramente les recuerda que no se pueden agarrar a irregularidades inexistentes cuyo último fin demoníaco es el de alterar en beneficio propio la voluntad popular, intentan ahora obtener los mismos privilegios en el tribunal constitucional a los que Bildu. La amoralidad de esta secta supera la imaginación. Hay muchas repúblicas "bananarias" como decía Pipo en la radio, que estarían encantadas de tenerlos en sus filas, y con pasaje de ida gratis...
Alegorías y alegrías del paisaje isleño
Hace 2 años
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