¡Todos, menos uno !
Quiero comenzar este comentario enviando un mensaje de cariño y apoyo a todas las personas
afectadas por el infortunio del "Perro maldito". Esperamos que estén siendo asistidos, arropados
y apoyados como se merecen.
Hoy, un poco más tranquilo que ayer,aunque igual de triste , sigo pensando lo poco conscientes que
son algunos a la hora de emitir juicios. Aquellas personas que no pueden controlarse, generalmente
lo saben y sin embargo no hacen nada por corregirlo; es más, ni aún cuando se les ha pasado la calentura, reconocen que se han equivocado y, por ello, son incapaces de rectificar y mucho menos
de arrepentirse y pedir perdón. Curiosamente, esas personas, esas "mentes privilegiadas", son las
que llaman a los demás lo que los demás nunca se atreverían a llamarle a él (como yo hasta ayer, claro).
Las personas con sentido común, cuando se equivocan, piden perdón; pero claro, debemos reconocer que hay personas que no se equivocan nunca. A este último grupo de "genios" es al que pertenece el autor del articulo que todavía, imcomprensiblemente, continua colgado en blog de "los que quieren un Valsequillo mejor".Ese individuo para el que las víctimas ocupan en su conciencia y entre sus prioridades el mismo espacio que en su irrespetuoso escrito: el último lugar, el último párrafo.
Releyendo (¡en ayunas, por si acaso!) las desafortunadas líneas escritas por un individuo con muy pocas luces que , paradójicamente, deja muy claro cuáles son sus intenciones y hacia donde van
dirigidos los dardos, nos avergonzamos aún más de haber creído tiempo atrás que este personaje
era simplemente un forofo que, como tal, defendía contra viento y marea una idelogía (¿radical?)
política. Equivocado o no, entendía su actitud. Sin embargo, este hombre no debe estar bién.
Algún día hablaremos de ello, hablaremos de por qué se escribe esto y aqué obedece la premura
en pasar directamente al ataque político dejando en un plano muy secundario a las víctimas,
familiares, compañeros y amigos.
Por el momento, quiero centrarme en lo esencial, en lo que decía al principio, en lo qué están haciendo
nuestros dirigentes, las instituciones y cada uno de nosotros por ayudar a todos los afectados
por este desgraciado accidente.
Si hubiese algún culpable (que no lo hay), todos seríamos culpables, yo el primero; si hubiese algún responsable, todos seríamos responsables, porque todos somos pueblo, todos somosValsequillo y todos
"queremos un Valsequillo mejor" (¡qué curioso!). Bueno, todos menos UNO (¡otra paradoja!), todos menos el que más lo escribe, el que machaconamente más lo repite, pero el que menos da muestras de que de verdad lo desea y lo siente. Parece que persigue más bién todo lo contrario.
Los hechos, irrefutables, así lo dicen.
Uno de p´abajo.
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