Juan Ojeda y la censura
La intolerancia del director espiritual de ASAVA se supera día a día. He leído esta última semana varios comentarios en los que se quiere puntualizar las opiniones de Jorge Hernández Atta y de Octavio Montesdeoca. Se nota que en el seno de ASAVA, entiéndase Juan Ojeda, se pretende desligitimar las opiniones particulares de otras personas, simplemente, porque a ellos no les viene bién o no se ajustan a su ideario político.
Dicen que si "Jorge ha estado inoportuno y se ha equivocado" o que "ha querido dar una bofetada discretamente" o que"ha sido la única vez en 6 meses que le han tratado con cordialidad por parte de la corporación actual" etc,etc.
Se trata de tergiversar a toda costa el sentido claro y nítido de la opinión de otras personas que se han manifestado libremente, con lo que se niega de forma evidente que los miembros o simpatizantes de ASAVA tengan derecho a decir lo que les venga en gana sin el visto bueno de su director espiritual.
El intento de censura a la manifestación de la libre opinión dentro de ese engendro político es más que evidente, además de ser un mensaje a aquellos que opten por expresar su opinión públicamente en un futuro. No está permitido, señores.
El intento de matizar o interpretar opiniones de terceros es una muestra más de la intolerancia de Juan Ojeda con con aquellas posturas que, aunque personales, se salen del guión establecido por él. Quiere el control total.
A Jorge se le ha tirado de las orejas por manifesarse sin consultar con su "jefe" de prensa. Con Octavio, la historia es diferente, o al menos lo parece.
Queda cada día más claro que "la verdad absoluta" es él, Juan Ojeda, en todo su esplendor. Todo lo demás no cuenta : ni otra opinión, ni otra idea, ni otra verdad.
Por supuesto, está de más decir que, lo que piense su presidente, tampoco cuenta.
Uno de p´abajo.
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