El presidente se equivoca.
Resulta complicado entender a los políticos, eso no es nada nuevo; más complicado aún resulta creerles, cosa a la que no dedico ningún esfuerzo porque es tiempo y energía perdidos.
Si leen el comentario de Jorge Hdez Atta referente a su despido y leen el artículo de su hermano Juan Carlos defendiendo los intereses políticos de su grupo ASAVA y calificando los hechos como "despidos selectivos", te asalta la pregunta que ya se está haciendo mucha gente:
Pero, ¿estos hermanos no se hablan? Sin embargo, no se trata de eso.
La cuestión es mucho más simple: mientras uno analiza la situación desde el punto de vista de una relación laboral que se acaba de forma civilizada, como en otra infinidad de casos, por desgracia, el otro, el presidente, aún obviando que se trata de su propio hermano y lo que ello significa, valora la situación sólo desde la perspectiva política, es decir, desde el oportunismo y la manipulación en base a sacar rédito político a la misma.
Por eso, este caso resulta muy didáctico para todos, al ser casualmente hermanos los protagonistas de un hecho tan curioso como clarificador.
El escrito de Octavio Montesdeoca no deja de ser revelador. No quiere que nadie utilice ni su nombre ni su desgracia para ir por el pueblo arrogándose su defensa y su apoyo. Deja claro que no los necesita, porque sabe que no son sinceros ni son a cambio de nada.No quiere ser juguete de nadie y mucho menos de esos buitres carroñeros que se autoproclaman sus defensores. Mi enhorabuena a Octavio. Seguro que pronto tendrá trabajo.
Creo que para la gente de nuestro pueblo, es una lección magistral de cómo los políticos manipulan a su conveniencia un hecho evidente, que todo el mundo ve. El político es perverso por naturaleza, lo lleva dentro. Tergiversa todo lo necesario, une un caso con otro distinto para hacerlo más creíble, lo adorna, lo envuelve bien, le pone un toque reivindicativo y lo vende en los medios.
Fíjense bién aquí cómo la actitud tomada por parte del político, siempre negativa, miserable y mezquina en la valoración y utilización del hecho, contrasta con la de dos ciudadanos normales y corrientes que han tenido que salir a la palestra para evitar que alguien haga uso partidista de sus desagradables situaciones particulares. Y es de agradecer por parte de los trabajadores que, aún siendo ellos las víctimas de unas decisiones políticas dolorosas, que aún siendo ellos los perdedores en este envite, resulte que sean ellos los que muestran más sentido común, mejor saber estar y más personalidad que ninguno de estos políticos del tres al cuarto que escriben semejantes engendros.
Desde aquí, quiero mostrar mi sorpresa en el sentido más positivo y animar a la corporación municipal a seguir tratando a la gente con el mismo tacto y respeto mostrado hasta ahora. Cualquier comparación con las formas del anterior gobierno están fuera de lugar; nunca tuvieron un gesto conciliador.
Mi máxima consideración para Jorge y Octavio. En los momentos duros es cuando mejor se aprecia el valor de la gente. No permitir que les utilicen es un acto de dignidad. Por eso son dignos de la consideración de todos.
Por último, tengo una duda ¿Escribió JC Hdez Atta el artículo sobre el comienzo de los despidos?
Uno de p´abajo
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