FUNDAMENTOS DE DERECHO, PRINCIPIO DE JUSTICIA
Hubo tiempo para el debate y el disentimiento, cuando el grupo de gobierno ASAVA-PP, despidió a trabajadores con antigüedades de entre ¡15 y 25 años!, argumentando, como causa objetiva, dificultades presupuestarias para tal “ajuste de plantilla”, donde realmente, para algunos, se intentaba camuflar un descarado acto de sacrificio contra el ejercicio libre y democrático de pensamiento y opinión.
Hubo tiempo para cuestionar a aquellos, entre los que me encuentro, que pensamos que la mezquindad ejecutada por aquel sector, demostradamente pseudoindependentista y pseudoizquierdista, del grupo de gobierno traspasaba la delicada línea que en democracia y en un estado de derecho existe entre la disputa política y lo personal. No tuvieron escrúpulo alguno en condenar a cuatro familias por la supuesta “falta de confianza política” de uno de sus miembros, a la par trabajador del ayuntamiento.
Hubo tiempo razonable para dudar; sin embargo, ESE TIEMPO HA FINALIZADO. Ha sido la justicia, regulador objetivo y neutro de las diferencias de concepción y conflictos en un estado democrático y de derecho, quien ha hablado y sentenciado.
A los trabajadores despedidos injustamente y por capricho, sé que quienes deberían enmendar por coherencia, ética y honradez el terrible error, no lo harán, porque han demostrado carecer de cualquier mínimo resquicio de integridad moral. A nosotros, ciudadanos, sólo nos queda tratar de apoyarles en aquellas iniciativas encaminadas a restablecer la justicia.
A los miembros del grupo de gobierno, a aquellos/as, capaces aún y por un instante de despojarse de la coraza construida en el enfrentamiento político, les pido que analicen el daño humano y el ataque frontal a un derecho constitucional, el trabajo, y que se posicionen por una sola vez en el lugar de los damnificados, para darse cuenta que nada justifica semejante barbarie.
Habrá quien, empecinadamente, se revuelva en el lodo del rencor y la venganza por supuestos agravios; habrá quien anteponga, incluso con la justicia llamando a la puerta, una pared de odio y resabio; habrá…., nos queda la esperanza, quizás ilusa,… quien haga retornar al SENTIDO COMÚN.
Un abrazo a los despedidos improcedentemente y les deseo lo mejor para ustedes: regreso al puesto de trabajo o indemnización,….. pero con la cabeza alta y la dignidad luchada y ganada. Un saludo, Jabato.
P.d.- Les “regalo” a todos, a los que creían tener razón y los que la tienen, a los que tratarán de justificarse y a los que ya no tienen que dar explicaciones, porque, por ellos, habló la justicia.
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