A Ramoncito Martel
Como cada año, los Amigos del sancocho de Tenteniguada celebramos un dia de convivencia a la sombra del Roque Grande. Había gente, como siempre, de todas las edades y de ideologías diversas, porque, al fin y al cabo, lo que cuenta es compartir mesa y tertulia en un ambiente agradable, cercano, cálido y divertido.
Siguiendo la tradición, los organizadores del evento, acertadísimos como de costumbre, rindieron un emotivo homenaje a un personaje del municipio muy querido y respetado: Ramoncito, el fueguista. Hablar de Ramoncito es hablar de trabajo, constancia, sacrificio, compromiso y,sobre todo, de humanidad, de amabilidad, y de honradez; es hablar, en definitiva, de una buena persona. Acompañado por su esposa, familiares y amigos, recibió emocionado el apoyo y el reconocimiento de la gente de su pueblo.
Estaba el hombre encantado,
y entre aturdido y perplejo,
dijo no venir de lejos,
y haberse emocionado.
Tenaz y emprendedor,
hombre decidido y valiente,
de semblante sonriente
y proceder de señor.
Anduvo caminos esquivos
desafiando la adversidad,
y sin ver la universidad,
sentó cátedra aún vivo.
Aún predica con su ejemplo
y sigue enseñando su oficio,
al borde del precipicio
de Los Llanetes, su templo.
Un fuerte saludo para Ramoncito
y su señora.
Los amigos del sancocho del
Valle de San Roque.

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