Antes que nada, quiero dejar constancia de que, además de pertenecer a la Comisión de Fiestas del barrio de Luis Verde, soy miembro de la Ejecutiva del Grupo ASBA.
El pasado lunes, día 02 de mayo, mientras regresaba de pasear atravesando la Plaza de Luis Verde comprobé que se estaba celebrando una reunión del Grupo Asava en el local social. Dado que suelo asistir a este tipo de actos, independientemente del partido que los convoque, decidí entrar permaneciendo callada y escuchando hasta que finalizó.
Una vez concluido el Acto, me dirigí al Concejal Armando y a Chuché manifestándoles que los componentes de la Comisión de Fiestas del barrio estábamos molestos porque no habían acudido el día anterior a la fiesta principal, asistiendo por contra a un evento en El Rincón que no forma parte del Calendario de Festejos del municipio. Mantuvimos una corta conversación respetuosa y cordialmente entre los tres.
Acto seguido me dirigí a la Concejal Constanza exponiéndole la misma queja, mostrándose igualmente comprensiva y cordial durante la conversación.
Posteriormente me dirigí al Alcalde, Pipo, con el ánimo de exponerle también lo que ya había comentado a Armando, Chuché y Constanza. Cuál fue mi sorpresa, sin embargo, al comprobar su respuesta y su malestar por ello, no estando, a mi entender, a la altura que se espera del máximo representante del Ayuntamiento (y, por tanto, del pueblo...) con manifestaciones como las siguientes:
- “ qué casualidad que todos los vecinos estén molestos, tendré que ir puerta por puerta...” (ante esto, yo rectifiqué diciendo que si no todos los vecinos, los miembros de la Comisión de Fiestas y colaboradores habituales que también somos vecinos).
- “ que yo no soy como otros que van tocando casa por casa...”..(noté que se refería a personas del grupo de Asba)
- “ yo no voy a las fiestas solo para que los vecinos me vean....”
- “ yo soy Pipo, muchacha, el hijo de Loli...”
Yo le dije que no mezclara la Política con lo que le estaba manifestando y que no merecía esas respuestas de un ALCALDE.
Salimos del salón y, cuando ya estábamos fuera, el Alcalde elevó el tono de voz y, gesticulando con sus manos, me dijo que le estaba provocando, molestándole y que solo había ido a eso, así como que ahora seguro iría contando por ahí lo que él me había dicho (como si de una pelea de niños se tratara !). Tuve la impresión de que quería llamar la atención y forzar una situación que le permitiera justificar ante los presentes lo que anteriormente me estaba diciendo !!!
Yo, evidentemente, al no dar crédito a lo que escuchaba, me retiré de su lado y me dirigí a Chuché y a Juan Carlos, el Presidente de Asava, transmitiéndoles mi indignación por lo sucedido, manteniendo siempre una conversación respetuosa y tranquila con ellos y diciéndoles que Pipo estaba mezclando la Política con lo que yo le decía como representante de la Comisión de Fiestas, en calidad de lo cual, exclusivamente, me dirigía a él.
En todo momento ellos me indicaban que había que entender que es un ser humano como cualquier otro y que podía tener un mal día, así como que también se podían decir las cosas buenas que se hacen y no solo las no tan buenas, a lo que yo les respondí que estaba de acuerdo, pero que además de que generalmente suelen decirse más las cosas malas que las buenas, un representante público tenía que estar a la altura de las circunstancias y saber mantener la calma ante este tipo de críticas, siempre constructivas, la cual, en este caso, además, se había hecho con absoluta educación y tono de voz normal. Les dije, que yo necesitaba una disculpa de este señor, que como vecina me estaba faltando el respeto y ellos me contestaron que hablarían con el.
Ya que este Señor me dice que vaya contando por ahí.........., les voy a comentar algo que no había comentado hasta hoy: este Señor al principio de la legislatura tuvo una reunión con el Club de Atletismo Los Almendros, del cual mi marido era el secretario. A esta reunión acudieron padres, personal de Deportes y el Concejal Domingo. El Alcalde, a partir de que mi marido inició la charla hablando de la Carrera Popular que se organizaba – con la colaboración del Ayuntamiento – y de la posibilidad de que también se les apoyara económicamente durante la temporada, se dirige a mi marido diciéndole que no se iba a mezclar la política con el deporte, sin conocerle de nada, teniendo que el concejal Domingo intervenir a petición de mi marido para aclarar que la reunión tenia como finalidad que el personal de deporte y los miembros del club se coordinaran para el día de la carrera. En este momento el señor Alcalde tampoco rectificó ni pidió disculpas.”También tuvo un mal día”, según comentaron posteriormente a mi marido una vez finalizada la reunión... !!!
Ya para terminar, y a modo de reflexión, me gustaría comentar los siguientes extremos con el fin de aclarar la situación e invitar a todos/as los que puedan estar leyendo este escrito a pensar en ello:
- Dado todo lo expuesto, me pregunto: ¿con qué tranquilidad puede cualquier vecino/a del pueblo dirigirse a personas con el talante demostrado - las cuales ocupan cargos de representación en el Ayuntamiento -, a exponer cualquier problema o discrepancia con la forma de hacer las cosas?, ¿debemos permanecer callados ante el temor de que nos tachen o califiquen por tener ideologías discrepantes de las suyas?, ¿es esta la participación ciudadana que realmente quieren para nosotros/as?, ¿quiere que le respetemos, o que le temamos?.
He procurado hacer una exposición estrictamente descriptiva de lo sucedido, con el fin de que todas las personas de Valsequillo que se hagan eco de este comentario puedan hacerse una idea lo más clara posible del tipo de persona que ostenta hoy por hoy – además de optar a renovar su cargo – la máxima representación institucional de Valsequillo, nuestro “Alcalde”.
Saludos a tod@s.
Fdo.: Isabel Martel Peña
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