Bueno, como adelanto, y sin quitarle aliciente a su presentación, una de sus promesas para la próxima legislatura será la de regalar leña para no pasar tanto frío en invierno. Menudo lince, se trata de una medida de cumplimiento asegurado, bastará con sacarla cortando trozos de su nariz de PIPOCHO, que no para de crecer, incluso hasta cuando mudo, sin articular palabra, sin mover músculo, maxilares abrazados y traquea inerte, sus falsos pensamientos quieran danzar en el mundo de la farsa hecha discurso.
Alegorías y alegrías del paisaje isleño
Hace 2 años
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