Cinismo y desprecio extremo
Los trabajadores del Ayuntamiento de Valsequillo vuelven a sufrir el desprecio a su dignidad. La desvergüenza de estos "deficientes" personajillos del grupo de gobierno les obliga a aceptar su incompetencia, anunciando, con víctimismo conocido y lanzamiento absurdo y típico de piedras a terceros, un retraso de lo sagrado para quien cumple con su trabajo: el salario. Hartos estamos de excusas manidas, hastiados de explicaciones a destiempo, sin respeto al derecho de los trabajadores para que pudiesen prever los desajustes familiares que le causa "el eterno opositor y aspirante a político".
Sr. Perdomo, si la espada de Damocles que pende sobre su cabeza en caso de no obtener plaza en estas oposiciones, cae; sepa usted que, con seguridad, acudirá muy poca gente a lamentarse y limpiar la sangre.Un saludo, Jabato.
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