Tiene usted toda la razón, pero trabajamos con miedo, sin motivación, y con la amenaza constante del despido. Como tanta gente, somos padres de familia en tiempos de crisis, de los que se aprovechan nustros jefes ya que en su posición de poder abusivo y desde el desconocimiento de lo que es temer quedarse en la calle, ya que ellos son funcionarios y no saben lo que es esto, se aprovechan y pisan al más débil. Yo iré aunque en mi mente suene la voz de mi conciencia recordando a los compañeros despedidos y pensando que puedo estar brindando con un personaje que me sonríe ironicamente ya que puede ser que tenga ya preparada mi carta de despido. Gracias.
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