Hace un par de semanas que he comenzado a segarlo.
En medio tiene alguna mata de centeno, mostaza, cardos...y, por las orillas, alguna alpohora, trebolina…
No está mal, no lo quiero para semilla y así los animales tienen comida variada.
Anoche llovió algo y la tierra estaba algo pesada por lo que el barro se iba pegando en las botas.
Y cuando esto sucede me acuerdo, siempre, de aquel ganadero que llegando al alpende con una manada a cuesta, escurriendo agua y viendo las vacas sequitas, echadas y rumiando decía:
Me cago hasta en…, vale más ser vaca que boyero.
Sinceramente, yo no me quejo, las labores son menos esclavas y uno busca la relajación en las alpispas en su trabajo, alguna bandada de canarios en lo mismo, las vacas con su trajín del “romeo”,…
Qué bonito es el campo.
Alegorías y alegrías del paisaje isleño
Hace 2 años
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