En estos días hemos recibido un comentario, anónimo, haciéndonos ver que no se ha tratado nada sobre “el manto blanco”, no de los almendros en flor sino de sustancias que tienen como destino los orificios nasales y que, entiende, van proliferando en el pueblo.
Habla de coches que vienen y van sin parar, de enterradores de sueños, de comerciantes de la muerte que esperan en puertas de colegio lamentando que no pase nada, aún cuando todo el mundo sabe quienes son, donde se surten, donde y a que hora se reparte y el tren de vida que llevan.
Se lamenta de que todo siga igual y señala que esto acabará con más mentes en blanco y encefalograma plano mientras otros cuentan billetes entre llamadas de pedidos.
También señala un acto concreto de las fiestas donde se reprodujeron masivamente cuestiones como las señaladas.
La víspera de San Miguel nos comentaron una situación parecida a la que reproducimos.
Solicitamos de quién nos remite este comentario que nos indique datos concretos de estas cuestiones, aunque sea de forma anónima, y los pondremos en conocimiento de quién tiene posibilidad de llevar a cabo actuaciones contra situaciones como las referidas.
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