Una valsequillera curiosa.
Tras escuchar y leer varios comentarios respecto a las fiestas y el tema del sonido, me picó la curiosidad y presté más atención a los actos a los que pude acudir después de surgir esta polémica, ya que la labor desempeñada por estos profesionales nos pasa desapercibida a la mayoría de los ciudadanos que no entendemos de esas cosas.
Lo primero que me llamó la atención fue el escenario. A parte de los artistas y/o los músicos con sus instrumentos, se veía un tumulto de cajas, una especie de baúles y unos hierros llenos de luces, que no por ser más, alumbraban mejor, pues las caras de los artistas se veían oscuras. Si además se le añade la decoración que para cada acto colocaba el personal municipal, por cierto, nada acorde con el cartel del fondo, se veía todo muy recargado, pues alguno de los músicos parecía que se iba a incrustar en dicho cartel. Pregunto a los entendidos, si no se puede colocar de otra manera que resulte más agradable a la vista y que deje espacio para que se puedan lucir nuestros artistas valsequilleros.
El tema del sonido es más complicado, pues no tengo el oído muy educado para juzgar si es de buena calidad o no. Supongo que lo que todos queremos es escuchar a nuestros familiares y vecinos o a los grupos que dinero nos han costado. Si estuvieron allí, ustedes mismos podrán decidir, pero en mi humilde opinión, creo que algunos actos podían haber salido mejor, sin desmerecer con ello la labor de los trabajadores.
Algo que no me gustó y realmente me molestó, fue una especie de goma amarilla y negra que dejaron prácticamente durante toda la fiesta, en medio de la plaza de Tifaritti. Pregunté y me dijeron que era para pasar los cables hasta las mesas donde se controlan el sonido y las luces, ¿tan complicado es pasarlo por un ladito de la carpa?
Una mención a parte merece la Suelta del Perro Maldito. Al pasar por el pueblo, como buena valsequillera, a ver a los chiquillos ensayando para el gran día, casi me caigo para atrás cuando vi tanto andamio y tanto aparato que habían montado. No recuerdo haber visto nunca tanto despliegue de medios técnicos y humanos, lo que me lleva a otra cosa que me llamó la atención. Con tanto chico subiendo y bajando de los andamios, con cables para acá y para allá, me fijé que sus uniformes tenían nombres diferentes, al igual que los propios aparatos y algún camión que había por allí. Me apunté los nombres y luego los busqué en Internet. Eran cuatro empresas de sonido e iluminación, a parte de Animarte, que sí estuvo en el resto de los actos. Supongo que así se explica que hubiera tantos aparatos. Como cabía esperar, todo fue estupendo y maravilloso, como todos los años. Desde aquí mi enhorabuena, pero ahora le planteo a los señores políticos si es el momento de gastar tanto dinero en una noche, cuando hay tantas familias necesitadas en nuestro municipio. Pues no negarán que ha sido más caro que otros años. Por lógica, cuanto mayor sea el despliegue, más dinero tendrán que pagar.
Un apunte para tener en cuenta en próximas ediciones: los andamios tan altos impedían ver desde ciertas zonas las pantallas gigantes.
Por otro lado, no conozco personalmente a los señores Bolaños, pero a todos los que he preguntado por ellos, me han dicho que son buena gente, trabajadores y profesionales, que ya llevan años haciendo las fiestas de nuestro pueblo sin problema alguno y que fuera de aquí han hecho muchos conciertos y hasta carnavales.
No sé que empresa será mejor, pero teniendo nuestros propios recursos en Valsequillo, no creo que tenga que venir nadie de fuera a enseñarnos como se hacen unas fiestas.
Aprovecho para dar también mi felicitación a otra empresa valsequillera, la pirotecnia San Miguel, que un año más nos sorprendió gratamente.
Ahí queda mi pequeña investigación y posterior reflexión.
Alegorías y alegrías del paisaje isleño
Hace 2 años
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